viernes, 13 de diciembre de 2013

Celebrando el Solsticio de Invierno

Quiero dar las gracias a Maribel por estar siempre cerca y recordarme que otros años en los solsticios, suelo escribir una entrada con una pequeña visualización. Normalmente lo he hecho en mi otro blog, Mandalas Espacio Abierto, y esta vez, toca en éste. 

El próximo viernes día 20 celebramos el Solsticio de Invierno en el hemisferio norte, mientras que en el del sur, dan la bienvenida al verano.

Para nosotros, los del norte, celebramos la llegada del invierno y sobre todo, la llegada del sol, puesto que a partir de esta fecha, los días comienzan a ser más largos. Hay más luz, más claridad y todo ello, lo podemos aplicar a nuestras vidas, a nosotros mismos.

Quiero compartir con todos vosotros una sencilla visualización fácil de realizar, o si queréis podéis convertirlo en un ritual. Es válido para otras noches especiales como puede ser la de Nochevieja.

Cada uno puede personalizar, poner, quitar, añadir lo que desee y hacerlo a su manera. Todo es válido y correcto.

Visualización.

Lo ideal, sería poderlo realizar al mediodía y en el exterior, al aire libre. En un lugar especial, con el que vibre nuestra energía.

En mi caso, va a depender mucho del tiempo que haga. Es posible que lo realice en casa, escogiendo un momento en que esté tranquila y tenga cinco minutos de calma para poder llevarlo a cabo.

Quiero enfocar la visualización dando fuerza a la luz y a la energía que llega este día. El invierno invita a reflexionar, a meditar, a tomar conciencia de quiénes somos. En estos momentos, las energías que se están moviendo entre nosotros, son de ajuste, están ayudando a que cada uno sepamos quiénes somos, hacia dónde vamos. No hay tregua, somos una especie de árboles en período de poda. Estamos eliminando lo viejo, lo caduco, lo que ya no sirve, para enfocarnos en nosotros, en nuestro Yo.

Primero. Elegido el sitio, me podré cómoda. Conectaré con la energía del universo, sintiéndome una con ella.

Segundo. Visualizaré que soy un árbol fuerte, crecido, brillante, que tiene ramas que hay que podar. Cada rama a podar serán los miedos, las inseguridades, la falta de claridad, todo lo que "sobre" ya sea consciente o inconsciente de ello. Veré cómo queda el árbol podado y listo para florecer. Mi Yo preparado para Ser.

Tercero. Me veré como un árbol de navidad, lleno de bolas de colores. Cada una de ellas será un deseo, una trabajo a realizar, una meta a conseguir, un reto que superar. El árbol será verde, brillante, lleno de chispitas de color, de vida y de luz.

Cuarto. Colocaré una estrella dorada en la parte superior del árbol. Y de ella, saldrán rayos de luz dorada que rodearán al árbol y a mi misma. Sentiré cómo me envuelve la luz dorada, llenándome de amor, de vitalidad, de claridad, de fuerza.

Quinto. También podría ser el segundo punto. Pediré ayuda a mis guías, a los seres de luz, para que me recuerden cuando se me olvide, que después de la tormenta llega el sol, que a pesar de los momentos difíciles, seguimos avanzando por el camino luminoso de la luz y el amor, en dónde nunca falta la claridad y la esperanza. Me pondré en sus manos confiando en su infinita sabiduría y amor.

Sexto. Daré las gracias a todos ellos, a los seres que me acompañan y guían, a la luz y al amor, a la fuente infinita de amor incondicional, al universo, por su amor, su protección y su presencia en mi vida.

Para quién quiera hacer un ritual

Primero. Encendería una vela de color dorado para el día del Solsticio y rojo para Nochevieja. Llevaría un cuarzo citrino en la mano. También se puede elegir otra piedra que simbolice al sol o la que más nos guste.

Segundo. Repetiré los mismos pasos que en la visualización pero ahora adornando de verdad el árbol de navidad. Cada bola o adorno que coloque, será un deseo, un reto.


Dejaros llevar por vuestra intuición. Sentid que sois, que somos luz y amor, conectar desde el corazón y fluid. El resto saldrá sólo. Feliz Solsticio.


La imagen está tomada de internet y desconozco quién es su autor.

jueves, 21 de noviembre de 2013

Apostando por la vida

Seguimos en noviembre, viviendo en primera línea de trincheras todo lo que ocurre a nuestro alrededor y en nosotros mismos.

La energía de este mes es vertiginosa, rápida, apenas da tiempo a integrar lo que estamos sintiendo y viviendo. 

¿Y qué sentimos? A veces bloqueos, inestabilidad, perplejidad, rabia, ira, vacío, frustración, cambios que se suceden uno tras otro. No hemos terminado de superar el primero de ellos y ya estamos inmersos en los siguientes. La energía mueve con determinación los viejos esquemas, replantea las bases en que se basa nuestra vida, mueve los cimientos sobre los que nos sujetamos; mientras tanto, la mente intenta analizar qué ocurre. Todo ello trae confusión y caos. Y también, limpieza, transformación, evolución y aprendizaje.

Estos días me he sentido como si fuera una camiseta vieja dentro de una lavadora que no paraba de dar vueltas y vueltas sin parar. Quería, necesitaba, dar al botón de finalización, pero la lavadora seguía centrifugando. He vivido en pocos días, varias pruebas, quizá exámenes, de situaciones que creía pasadas y superadas. La mente, toda poderosa, ha jugado conmigo más de lo que me hubiera gustado.

El miedo, las dudas, las inseguridades han aparecido de lleno, y se han colocado delante mio a modo de espejo. Y la mente, ha caído en la trampa. Ha sido duro, pero a la vez, un aprendizaje estupendo. Me ha permitido saber dónde estoy, qué he superado y qué faltaba por poner en orden en mi vida. Me ha dado la oportunidad de ajustarme, de volver a ver con claridad qué es lo que quiero en la vida, quién soy y hacia dónde voy. 

En esta vorágine y espiral de locura energética, la mente me dio una tregua, debía de estar en un spa relajándose, cuando sentí que lo que más echaba en falta, era yo misma, mi paz interior, mi calma. En cuanto lo sentí con claridad y aposté por ello, todo se recolocó, la mente dejó de molestarme, todo se aquietó. Fue fácil. Parecía imposible que tanta aceleración, se convirtiera en paz en un instante, sólo con desearlo. Fue real. Conecté conmigo, con mi esencia. Volví a mi base, desde la que siento que puedo afrontar cualquier situación que me depare la vida, sabiendo que si me caigo, tengo fuerza para levantarme de nuevo. Recuperé mi confianza, mi seguridad; las sentí a mi lado, siendo mis apoyos. No habían desaparecido, simplemente, habían estado jugando al escondite conmigo, para que saliera reforzada, para que apostara por mi misma.

Todo el tiempo habían estado ahí mismo; pero la mente, se había encargado de despistarme. Le había dado ese poder. Somos los responsables de nuestros actos, pensamientos, decisiones, pasiones, triunfos, cambios. De vez en cuando, la vida se encarga de ponernos pruebas y retos, para recordarnos quiénes somos, para que miremos por nosotros mismos y sentemos las bases de nuestra vida, eliminando de ellas lo que ya no sirve, lo que es viejo y está caduco, y de este modo, podamos dar entrada a lo nuevo. Si no hacemos espacio para lo nuevo, para nuestros deseos, difícilmente llegarán a ocupar su lugar. Es tan fácil como hacer limpieza de un armario. Para colocar la ropa nueva, hay que quitar la que ya no sirve. Somos armarios con corazón y mente, y mucho amor.

Lo nuevo que está ya aquí, tiene relación directa con el amor. El amor incondicional e infinito, hacia nosotros mismos y hacia los demás. El amor da fuerzas y seguridad, acoge, envuelve y nos recuerda que no estamos sólos, cuidan y velan de nosotros, aunque muchas veces no lo sintamos así. Y si caemos, volveremos a levantarnos, porque confiamos en nosotros, somos fuertes. Conducimos nuestra vida hacia el éxito, hacia la tranquilidad, a hacer realidad nuestras metas y deseos. Apostemos por vivir la vida tal y como queremos, esa es la enseñanza y el aprendizaje de estos días. Somos amor, somos y tenemos, la llave de nuestra vida.


La imagen está tomada de internet. Desconozco quién es su autor.

domingo, 10 de noviembre de 2013

Noviembre, energía de transformación y transmutación

Poco a poco, 2013 va finalizando. Ha sido, está siendo, un año duro y complicado, difícil a nivel energético y evolutivo. 2013 mueve una energía que ayuda a encontrarnos con nosotros mismos, a saber quiénes somos; a veces, de manera sutil y, otras, de forma desgarradora,

Hemos pasado por meses más o menos llevaderos, en dónde la presión por y para averiguar la verdad sobre nosotros era evidente. Ahora, en noviembre, la presión es mayor, no caben medias tintas. Podemos estar viviendo procesos complicados, muertes, cambios, duelos, separaciones, crisis personales, tránsitos, etc. Podemos sentirnos solos y desamparados, perdidos, sin rumbo, sintiendo que estamos a la espera de algo que tarda en llegar, podemos ver cómo en nuestra vida, lo que creíamos que era estable, se viene abajo en un instante. Todo ello crea confusión, miedo, inseguridades y dolor.

Las pruebas y retos nos dejan sumidos en el dolor, y una vez superados, recuperamos la  tranquilidad y cuando creíamos que ya estaba superado, de nuevo vuelven las pruebas y dificultades. La mente se llena de miedos, inseguridades, presión, desasosiego. Parece que vivimos inmersos en una espiral sin final. La mente juega con nosotros. Es el camino de la limpieza.

La energía de noviembre nos invita a profundizar, a investigar el porqué, dónde estamos, quiénes somos y hacia dónde queremos ir. Afecta a todos por igual, nadie nos libramos. La diferencia está en cómo lo afrontamos. Quiénes hayan ido haciendo los deberes a lo largo del año, sentirán de manera más suave la energía y las pruebas que estén viviendo serán más llevaderas; y, tienen en sus manos un mayor conocimiento de lo que está ocurriendo, dándoles la posibilidad de utilizar todos los recursos y herramientas a su alcance.

Para quiénes no se hayan preguntado, ni hayan sido conscientes de lo que está ocurriendo, será más brusco y difícil. Más evidente. No significa que sea peor, simplemente, será más claro. Noviembre aporta la energía y nos invita a profundizar en nosotros, en nuestro dolor, en nuestra vida, ayudándonos a soltar lo que ya no sirve, a eliminar lo viejo o desfasado, a soltar lastre. A mayor apego, mayor dolor.

Es complicado caminar cuando sentimos que nos falta apoyo, luz, claridad. Pero no es cierto, todo ello está en nosotros, forma parte de nosotros. Noviembre, nos pone a prueba, porque quiere que nos encontremos, que sepamos que estamos llenos, que somos completos, luminosos y amorosos, en todas las situaciones, tanto en las dificultades como en las situaciones más sencillas.

Noviembre, nos lleva a reflexionar, a sacar lo mejor de nosotros, a ver quiénes somos, a ser conscientes de todo nuestro potencial. Es posible que no lleguemos a una conclusión clara, da igual mientras consigamos estar unidos a nosotros mismos, ser nosotros, ser uno. Y para ello, tenemos varios bastones en los que apoyarnos, la fe, la confianza y el amor a nosotros mismos.

A pesar de las pruebas, a pesar del desaliento, a pesar de las dificultades, si estamos fuertes, si nos sentimos seguros, si estamos plenos y llenos de amor y confianza, sabremos que aunque ahora no lo veamos, hay luz al final del túnel. Aunque ahora nos falten muchas respuestas, si escuchamos a nuestro corazón y vibramos con él, daremos con la respuesta, con la verdad, con la certeza de que estamos haciendo lo que debemos, y estamos en el camino correcto.

Todo lo que estamos viviendo es el resultado del aprendizaje necesario para seguir avanzando y evolucionando. Para unos será un maratón, para otros una carrera de cien metros lisos. Cada cual vive y experimenta lo que está preparado. No debemos compararnos con nadie, pues la evolución se presenta de diferente manera para cada uno de nosotros. Somos como el ave fénix, que renace de nuevo de las cenizas, nos quemamos, transformamos y transmutamos para volver resurgir con más fuerza. Ese es el poder de la limpieza que estamos viviendo. Eliminar lo viejo para renacer llenos de fuerza, de amor y luz.

Estamos acercándonos cada vez más a nuestra verdad, a saber quiénes somos, y por ello necesitamos que se quiten las vendas que llevamos en los ojos, duele pero es necesario. Estamos preparados para vivirlo y sabremos hacerlo, si recordamos que somos luz y amor, somos claridad y no estamos solos, nunca nos dejan solos en este caminar. Estamos protegidos por todos los seres de luz que nos acompañan, somos guiados por la luz y el Amor divino y universal.


La imagen está tomada de internet y desconozco quién es su autor.

domingo, 27 de octubre de 2013

El poder del amor

Vivir la vida significa saborear cada instante, haciendo que sea especial. A veces estos momentos están llenos de dolor, de angustia, melancolía, alegría, risa, indiferencia, cansancio, vitalidad, sueños... Todos ellos forman el presente, el momento, el ahora, y a la vez, son la vida.

El dolor, la tristeza, la rabia, la ira, son estados emocionales que debemos aprender a gestionar para que no puedan con nosotros. Debemos transformar su presencia, haciendo que sean acompañantes en nuestro día y no la voz que mueve nuestros quehaceres. Trataremos, a medida que podamos, de exteriorizar, de sacar afuera lo que sentimos interiormente. Sabemos hacerlo, pues lo hacemos de manera automática y otras consciente, cuando estamos alegres y felices.

Aprovechemos el poder que tenemos, el poder de la transformación y transmutación. Podemos convertir el dolor en un viejo acompañante, en un apoyo para conocernos mejor y a la vez, en fuerza para seguir adelante. No se trata de sacar definitivamente de nuestra vida al dolor, porque en determinadas situaciones resultaría imposible. Hagamos que el dolor sea un aliado, en un espejo donde poder mirarnos y decir, ese dolor soy yo y no quiero que me queme por dentro, que me destruya. Podemos lograrlo.

Podemos conseguirlo a través de una técnica sencilla, querernos. Simplemente, tenemos que abrazar todo lo que somos. Si hay alegría, respirarla; si hay dolor, amarlo; si hay tristeza, quererla. Cada vez que luchamos contra el sufrimiento, sin entenderlo, luchamos contra un titán, se convierte en un gigante y el esfuerzo es muy grande.

Si decimos, "te amo tristeza, te amo dolor" lo que estamos haciendo, es integrarlo, reconociendo que en ese instante somos tristeza, somos dolor. Nos aceptamos, integramos, no luchamos. El esfuerzo se diluye y es menor, lo que posibilita que sentimientos dolorosos que vivimos se vayan disolviendo poco a poco.

Decirnos, "me amo", a pesar de lo que sintamos, aceptarnos en todas las circunstancias, es saber que siempre nos tendremos, es amarnos sin limitaciones, de manera incondicional. El amor, sana, cura las heridas, da fuerza, reconforta, es nuestro aliado más fiel. Cuando nos amamos, somos, estamos llenos, vivimos instantes de felicidad, de paz y calma, de bienestar. Estamos ayudando a que todo lo doloroso quede en otro plano, permite que respiremos y cargarnos de fuerza para afrontrar todas las situaciones que nos rodean.

Amarnos, significa no cerrar los ojos ante lo que duele. Podemos aprovechar esta situación como un proceso, una prueba en el aprendizaje del alma, de la vida, de nosotros mismos.

Amarnos a pesar de los pesares, en las épocas difíciles, en los momentos más complicados, en las pérdidas, en la marcha de los seres queridos, en las rupturas que nos muestra la vida, es seguir viviendo, es aceptar que podemos vivir en un mismo instante el dolor y el amor. El amor sólo se apaga si le damos permiso para ello.

Está en nuestras manos cómo queremos vivir. No vamos a poder impedir que el dolor desaparezca, pero podemos conseguir que sea un acompañante, conversar con él, aprender junto a él; y una vez integrado, ser aún más completos, pues el amor, nunca es vacío, siempre llena. Nunca se acaba. El amor es un poder regenerador, sanador, curativo; el amor es compasión, compromiso; el amor, es avance, es mirar hacia adelante, el amor no limita, pues es expansivo. 

Vivir la vida, es vivir el amor. Amarnos es amar lo bueno y lo malo desde la aceptación y cuando lo consigamos, nos liberaremos volviendo de nuevo a sentir que somos seres completos, amorosos.


La imagen está sacada de internet y desconozco quién es su autor.

martes, 15 de octubre de 2013

El despertar de la conciencia

Quiero compartir, una nueva comunicación o canalización de Solaris, que recibí hace unos días. En ella, habla del despertar de la conciencia que estamos viviendo en estas fechas.

Comienza así.

Conexión, Conexión, Conexión. Todo es Conexión.

Todo está unido, entrelazado, conectado a través de hilos invisibles que atraviesan las dimensiones. Lo que es ahora, es siempre. Lo que fue, es. Lo que será, fue y sigue siendo.

Todo es valido, todo es Uno.

Conexión Infinita y Eterna, Conexión Interdimensional. Despertad a la Unidad, al recuerdo de quiénes Somos, a la realidad irreal, a la Verdad. Éste es el significado del despertar.

Rayos cósmicos están llegando en abundancia. Traen memoria. Tienen memoria. Son memoria. Ayuda cósmica y universal para el despertar total de la conciencia. No estáis sólos en este proceso, largo, duro, difícil y a la vez, inmensamente sanador, curativo, que es el camino del despertar de la conciencia

No caben medias tintas. Se está o no. Quién decide irse de la vida en la tierra, es libre para hacerlo. Veréis que a vuestro alrededor comienzan a marcharse almas con rapidez; drásticamente, muertes trágicas y naturales, accidentes, etc.

Su marcha obedece a varios factores entre ellos, su momento ha terminado en este plano. Su misión es la de despegar sin miedo, el vivir plenamente su muerte, como si se tratara de un despertar brusco, dejando la semilla de su enseñanza para los que permanecen. Mostrando que todo es ahora, nada es lo que parece y a la vez, todo es eterno.

Estáis viviendo momentos de movimiento, de movimientos bruscos y acelerados que se mezclan con instantes de calma. El dolor, la pena, la angustia, la serenidad también se viven con mayor rapidez, solapándose unas etapas a otras.

Fijaos en el mar, en el movimiento de las olas. Flujo y reflujo. Van y vienen de manera acompasada, tienen ritmo. Del mismo modo, todo lo que estáis viviendo tienen un sentido rítmico, un ir y venir; un instante para el movimiento y otro, para la espera.

Sabemos que no es fácil para la mente, entender y comprender todo lo que estáis viviendo. Escuchad al alma, ella sabe, tiene certeza. Escuchad su latido, su fuerza. Ella es la brújula de los nuevos tiempos. El alma comienza a mostrarse tal y como es, inmensa, sabia, magnánima. Está conectada con todo, con el tiempo donde el pasado, presente y futuro son ahora; con las dimensiones, con todos los planos, con todas las vidas, con todos los seres...

El alma guía, sabe cómo integrar lo que estáis viviendo. Va por delante. Es el momento del despertar de la conciencia y el alma, su instrumento, su colaboradora más estrecha, cercana e íntima.

He hablado, soy Solaris, os amo y bendigo.

San Sebastián, 11 de octubre de 2.013


La imagen es de un mandala mío.

domingo, 6 de octubre de 2013

Vacío, espera, plenitud

La muerte, una ruptura, el final de un ciclo, aunque lo vivamos de manera positiva, suele dejar un poso de tristeza, entre otras emociones; y abre un vacío interior, un vértigo que inunda todo a nuestro paso, ya se trate de la mente o del corazón.

El vacío interno puede llegar a ser desolador, lo podemos llegar a entender intelectualmente. Podríamos compararlo con vaciar un armario cuando llega el cambio de estación. Vaciamos, ordenamos, cambiamos y de nuevo, llenamos. Eliminando lo que ya no servía, lo que ya se ha quedado pequeño, viejo, inútil.

Podemos aprovechar el vacío para llenarlo de todo aquello que necesitamos, que nos hace felices, que nos nutre y alimenta. Debemos investigar en nuestro interior con qué llenarlo. Necesitamos dos ingredientes esenciales, amor y luz. Amor hacia nosotros, que después extenderemos a los demás; y luz o claridad para ver, percibir, sentir hacia dónde vamos o queremos ir.

El vacío sólo es una etapa, muchas veces necesaria, para poder orden en nuestra vida, hacer un repaso, saber dónde estamos y qué queremos conseguir. Puede sorprendernos el comprobar que aquello que hace unos años era básico en nuestra vida, que era la meta a lograr, ahora no es más que aire, ha quedado atrás. También podemos alegrarnos al comprobar que hemos superado con creces los propósitos que nos pusimos. Lo que nos recuerda que ha llegado el momento de volver a llenar nuestra vida con nuevas perspectivas, enfoques, metas....

El vacío da paso a la espera. Llega de la mano de la paciencia, del orden, del equilibrio, nos exige calma interior. La diferencia entre lleno y vacío es casi mínima. Nos pasamos la vida llenando y vaciando, equilibrando, armonizando.

Si decidimos vivir el ahora, el instante, podemos elegir nuevamente qué dirección ha de tomar nuestra vida, qué es lo que nos llena, qué debemos disolver o ha quedado obsoleto.

Llenar el vacío con vida, alegría, positividad, esperanza, amor... está en nuestras manos. Tenemos la llave que alberga todas las emociones y sentimientos. Está en nuestras manos la llave que abre todas las puertas. Se trata de ser valientes, de conectar con nuestra esencia, de saber escucharnos, y al hacerlo, descubriremos que llenar el corazón se hace sólo, no requiere grandes esfuerzos, se realiza de manera natural, sencilla y abierta. Porque para llenar sólo necesitamos querer, desear, aceptar, integrar y amar.

Os invito, me invito, a llenar la vida de propósitos que estén alineados con nuestra esencia, con nuestra alma, con nuestro yo, con todo aquello que nos proporcione felicidad interior y fuerzas para superar y vivir con alegría esta vida llena a veces de demasiados obstáculos.


La imagen está tomada de internet y desconozco quién es su autor.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Solaris habla sobre la energía del Equinoccio de Otoño

Ayer, fue una fecha especial al ser el Equinoccio de otoño para nosotros y de primavera para el hemisferio sur.

Recibí en canalización, un nuevo mensaje de Solaris que quiero compartir con todos vosotros.

Soy, Solaris, energía de Luz y Amor, quiero comunicaros que:

Hoy es un día de celebración, de alegría. Este Equinoccio trae el instante, añade consciencia al momento, ilumina la oscuridad, destapa lo enterrado, lo escondido, lo llena de luz y claridad. Es la luz del alba, del amanecer; la primera luz del día. Estáis viviendo los primeros pasos de una serie de fases que están por llegar.

La energía de estos días está siendo potente. Trae claridad y equilibrio. Pone la semilla de luz que a lo largo de estos meses irá germinando, y así posibilitando que se desvele lo escondido, las potencialidades de cada uno; mostrando de esta manera, lo que SOMOS, no lo que creemos ser. Hace visible lo que somos, luz, esperanza y amor. Somos células de luz y amor. Entre vosotros y yo no hay diferencias grandes. Estamos compuestos por las mismas células amorosas y lumínicas. Nos diferencia su brillo y intensidad.

Os encamináis a ello, estoy descubriendo y viendo el fulgor de vuestro brillo, la gran fuerza y el poder que reside y que sois. Sois luz, sois amor. Sois. No me cansaré de repetirlo. Creedlo, lo sois, ésa es la gran verdad.

Estáis de paso, viviendo una fase extraordinaria de cambios y de grandes movimientos álmicos a la que llaman Ascensión. También se le puede llamar, descubrir el potencial, conocer quién Soy. Aceptar e integrar que el dolor y la pena forma parte del tránsito. Es el momento adecuado para eliminar lo que ya no sirve; y así, poder brillar, para ser tal y como sois, tal y como yo os veo.

La oscuridad que vivís, forma parte del juego de la mente; y, va quedando atrás. Está siendo sustituida por la luz y la claridad, por energía muy potente que crea una nueva conexión entre la tierra y los multiversos de amor donde la Fuente de Amor Infinito lo es todo. Es el hogar, la casa, el origen. Sois, somos, hijos de la Fuente Infinita, que nunca nos abandona.

Estáis dando grandes pasos para entender e integrar lo que está sucediendo. Es sencillo, estáis despertando a la luz, a la sabiduría del ser.

Vivid las primeras luces del amanecer, brillantes y coloridas, llenas de renovadas energías que ayudan a integrar y a asimilar quienes sois. El resto irá llegando poco a poco. Todo proceso requiere un tiempo. Integración, pausa, renovación de energía, aceptación.

Cada ser vive su propio proceso de aceptación. Algunos vivís cambios en el carácter, vaivenes emocionales, bloqueos e inestabilidad, olvidos de memoria que dan paso a vivir el instante, obligan a vivir el ahora. Todo tiene un porqué que iréis descubriendo al ver cómo actúa la claridad en cada ser.

Me despido por ahora. Volveré dentro de poco con más noticias.

Disfrutad el baile de la vida, danzad al ritmo de la nueva energía, llenándoos de luz y claridad.

Os bendigo, os envío luz y amor. Abrazos de amor.

San Sebastián, 22 de Septiembre de 2.013


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sábado, 14 de septiembre de 2013

La intención y la claridad, enviando Luz y Amor

En el instante en que somos conscientes de la existencia de una enfermedad grave, de una situación crítica de la vida, de una muerte, etc. en un primer momento, solemos quedar paralizados por el impacto de la noticia.

Una vez que reaccionamos, nos preguntamos qué podemos hacer por ellos, por los seres que están viviendo una situación complicada o por nosotros mismos, de qué manera podemos ayudar.

Podemos hacer algo muy sencillo y eficaz. Se trata de enviar luz y amor. Somos amor, somos energía. Luego si somos ambas, basta con poner la intención en ello. O dicho de otra manera, sentir desde el corazón que deseamos lo mejor para esa persona, ser o situación.

Podemos enviar luz y amor a todos los seres vivos o a los que ya han fallecido, al planeta tierra, a dónde haya dolor o sufrimiento, a dónde hay guerras, conflictos, situaciones angustiosas o sin resolver; también podemos enviar luz y amor para avivarlo, para reforzarlo. Y podemos enviar luz y amor, a nuestro propio corazón, a nosotros mismos. Dejaros llevar por la intuición, por el corazón.

Para comenzar lo primero es tener una intención, y desde luego debe ser clara, sencilla y positiva. Sentir desde el corazón lo que deseamos, y después lo lanzamos o envíamos. La intención puede estar dirigida hacia una o varias personas ya estén vivas o hayan fallecido; para una situación trágica, angustiosa; o bien, para ayudar a conseguir algo que deseamos.

La intención ha de estar abierta a lo positivo, a la esperanza, a la luz y al amor. Ante la muerte de un ser querido podríamos decir lo siguiente, dejo tres propuestas que pueden adecuarse a nuestras necesidades y deseos:

- Envío luz y amor a Fulanito para que encuentre su camino en su tránsito con facilidad
- Envío luz y amor para que Menganita sea ayudada o atendida por todos los seres que le aman, protegen y velan por ella.
- Envío luz y amor para que tal situación o persona logre lo que necesita para hallar la felicidad, la paz, la estabilidad, la armonía, etc. en su vida, en su tránsito, en su paso a la otra vida...

La intención es tan poderosa que sólo con pensarlo se lleva a cabo.

En teoría sería suficiente con el primer paso. Sin embargo, a veces, al llevar a cabo una acción, nos da la sensación que realza e impulsa lo que deseamos, lo que estamos realizando.

Si sentimos que además de enviar luz y amor, debemos hacer más, adelante; podríamos meditar, visualizar, plasmar nuestros sentimientos en una carta, encender una vela, etc. Y más aún, podemos realizar las dos acciones conjuntamente.

Por ejemplo, 

Podemos encender esta vela, y al hacerlo decir: 

- estoy enviando luz y amor a todos aquellos que necesiten claridad en su camino. O lo que cada uno quiera o sienta en ese momento.

Podemos rezar, poniendo de nuevo, la intención de ayudar a una situación, a un ser, etc. Fluyendo desde el amor y desde el corazón. Y siempre, de manera positiva. Deseando que a cada persona o situación le llegue lo que necesita, lo que sea mejor para cada ser. No lo que creemos que necesita o desea. Podemos saberlo o no; por eso, lo realizamos de una manera más general. De esta manera, seguro que le llega lo que necesita.

Podemos meditar, visualizar. Ponemos la intención y sentimos cómo desde el corazón parte una luz brillante de color rosa, dorado o blanco que llega al destino que deseamos.

Todo es válido si nace desde el amor y desde la luz que somos. Os recomiendo que cuando lo hagáis sea de manera muy sencilla, de este modo podréis hacerlo en cualquier lugar o momento del día.

Todos podemos ayudar, y lo hacemos constantemente. Muchas veces no somos conscientes de ello. A partir de ahora, sí. Busquemos la intención que vibre con nosotros y en nuestro corazón; y la energía del amor, hará el resto.


La imagen está tomada de internet y desconozco quién es su autor.

jueves, 5 de septiembre de 2013

Canalización de Solaris

Quiero compartir con todos, el mensaje que he recibido esta tarde a través de una canalización.

Soy Solaris, energía de luz y amor, y quiero a través de María Eugenia transmitiros un mensaje de esperanza y de amor.

Estáis viviendo momentos de zozobra, incertidumbre, ansiedad, miedo, bloqueo o dicho de otra manera, viviendo la desnutrición del alma

Miedos que impiden el crecimiento del Ser. Sí, ha llegado el momento de liberarse de ellos, de hacer sitio a lo nuevo. No debéis desanimaros, ni arrojar la toalla, pues nuevas energías de alta vibración llegan en forma de amor y luz. Amor y luz que llenará los corazones tan duramente castigados y cansados por el esfuerzo que están haciendo a lo largo de este tiempo de vaivenes y desencuentros, de crisis económicas y emocionales que está haciendo mella en los corazones de todos.

Bloqueos para aquéllos que no ven más allá. En realidad, son puertas, caminos, peldaños de una escalera que lleva a la liberación. ¿Cómo? Desapegándose. Eliminando lo que es obsoleto; y, esos, son los miedos.

Llegan a vuestros corazones energía de alegría y esperanza. Rayos de amor son emitidos constantemente desde el Universo para ayudaros a centraros, a avanzar, crecer y salir del bloqueo en el que vivís.

Llenad vuestros corazones de esperanza, de fe y confianza en vosotros, en vuestros dones y capacidades. Escuchad a vuestra alma, que constantemente está guiándoos. Ella no se cansa de amar. Vosotros sois el reflejo de vuestra alma. La sabiduría se almacena en ella y en el corazón.

Os pedimos que abráis vuestro corazón a la escucha sincera, a la verdad infinita que es el amor; a la libertad, que se disfruta al amar.

Sí, el final del bloqueo está muy cerca. Sólo hay que ser pacientes. En estos momentos se requiere un tiempo de asentamiento e integración. Todos a una. Es el momento de la tierra y con ella la de todos los seres que la habitan.

Cada ser, es una pieza única, de un enorme mosaico que se llama Tierra. Pieza a pieza, unidos, es cuando actúa el amor y con él el diseño energético con el que fue creado. Diseño de energía, dinamizador de otras potencias, que traen la apertura de nuevos caminos de luz.

Recordad, todo es posible. Nada sobra, nada falta. Todo tiene una finalidad. El sufrimiento, el dolor, la pena sólo son peldaños de la escalera de la evolución, del aprendizaje que lleva al Amor. Escuchad a vuestros corazones, en ellos reside la paz y la armonía. Rayos de luz y amor están por doquier, rodeándoos, llenando los vacíos, curando las heridas que dejan el dolor y la pena.

Abrid el corazón a los cambios que están por acontecer, a recibid la nueva energía de amor que está ya, llegando y lo hace para quedarse. Permaneced atentos a la llegada del próximo equinoccio.

Envío mis bendiciones a todos vosotros. Sabed que sois amados y queridos. Envío rayos de luz y amor a vuestros corazones. Gracias.

San Sebastián, 5 de septiembre de 2.013


La imagen es de un mandala mío.

jueves, 22 de agosto de 2013

El duelo, aprendiendo a soltar amarras

La muerte de los seres queridos suele dejar huella. Nos sumerge en un mar de vaivenes, de dudas, de miedos, angustia, pena, dolor, sentimientos encontrados, contradicciones. Pone a prueba la confianza, el amor, la fe. Hace que cuestionemos qué es la vida, qué queremos de ella, cómo queremos vivir, cuáles son nuestras metas.

La muerte no suele dejarnos indiferentes. Marca un antes y un después. El dolor, la pena, y sobre todo, el asumir la muerte del ser querido lleva un tiempo. Podemos vivirla con rechazo, con ira, con rabia; y también, con dulzura, paz y calma. Todo es correcto y válido.

Cuando sabemos que la muerte es cercana, la vida parece que concede un tiempo para asimilar lo que ocurre y aunque ello produzca dolor, permite que podamos vivir el duelo poco a poco; y a la vez, centra, obliga de pronto a evaluar la vida, a cambiar nuestras prioridades, y sobre todo, nos permite cerrar el círculo, acompañar a la persona en su final de la vida. Es un aprendizaje duro y difícil pero lleno de amor.

Como acompañantes, nuestra prioridad es la persona que se marcha. No todas las personas asumen su partida de la misma manera. A veces son conscientes de que la muerte está muy cerca, y no se atreven a hablar de ello por miedo a causar más dolor a sus familiares. Y estos, sabiendo la llegada de la muerte, tampoco se atreven a hablar de ello, por el mismo motivo.

No estamos acostumbrados a hablar de la muerte con naturalidad, como un paso más de la vida, como el final de un ciclo que lleva a uno nuevo. Duele hablar de la muerte, nos revuelve, sentimos que nos rompemos por dentro, y evitamos hacerle frente. No nos damos cuenta que al hacerlo, al dejar de hablar de ella con naturalidad, estamos perdiendo oportunidades únicas de conocernos mejor, de intimar más con la persona que se marcha y descubrir que a pesar del dolor, podemos dar mucho amor, y sobre todo, ayudar desde la serenidad a la persona que se muere.

Una muerte por enfermedad o natural es más "fácil" de vivir que una trágica o inesperada. No da tiempo a despedirse, a decir te quiero, te perdono, todo está bien. Asumir y aceptar la muerte, es más difícil. Pensamos en todos los proyectos que estaban por realizarse, en los deseos que ya no podrán llevarse a cabo. Todo ha desaparecido de repente y ahora qué. Dónde estamos, qué va a pasar con nuestra vida.

Serenidad y calma, unidas al dolor, sentimientos encontrados. Apegos y desapegos, desarraigo, sentirse en una montaña rusa de sentimientos y cuando creemos que lo hemos superado, volvemos a caer. Poco a poco iremos aprendiendo a soltar amarras, a desapegarnos desde el amor y a aprender a vivir sin ellos pero con ellos.

Los seres queridos que han muerto, están en otro plano, en el que no existe el sufrimiento, no hay dolor y si mucho amor. Pero, los que quedamos, ¿qué pasa con nosotros?

El duelo requiere un tiempo, para cada persona y con cada muerte será distinto, hasta que aceptemos e integremos que su muerte. Vivir la vida, no significa que nos olvidemos de ellos, pues siempre estarán presentes; pero estamos aquí y nuestra labor es seguir adelante, por ellos, y por nosotros.

Debemos recordar que no estamos sólos en este proceso. Habrá quienes deseen vivirlo en soledad; otros en cambio, necesitarán hablar de ello, compartir lo vivido. Podemos recurrir a la ayuda de especialistas en la muerte, duelo, psicólogos, personas que han pasado y vivido el mismo proceso que nosotros, asociaciones de duelo, etc. Cada uno debe elegir el camino que más le ayude a estar en equilibrio y a no debemos olvidar que el estar vivo sigue siendo un regalo y un aprendizaje, que aunque tiene altibajos, merece la pena disfrutar.


La imagen está tomada de internet y desconozco quién es su autor.

lunes, 12 de agosto de 2013

Cursos de Canalización en San Sebastián, Octubre 2013 a Junio 2014

Quiero aprovechar esta ocasión, para presentaros un avance de los cursos que voy a realizar de Octubre 2013 a Junio 2014 en el centro Amalur de San Sebastián

Impartiré dos cursos de canalización, nivel I y nivel II.

El nivel I, está orientado a conocer nuestra energía, trabajar con ella; para así, al diferenciarla de las de los demás, comenzar a ahondar más en la intuición, videncia, que llevará a abrir más el canal que todos somos y tenemos.

También aprenderemos y trabajaremos la manera de conectar con nuestros seres queridos ya fallecidos, no sólo de manera teórica sino sobre todo, práctica a través de diferentes ejercicios.

El curso comenzará en el mes de octubre y se dividirá en tres trimestres, con dos clases quincenales de dos horas y media de duración por mes. Quedaremos los miércoles de 18.00 a 20.30.

El nivel II, está destinado a aquellas personas que quieran seguir aprendiendo, trabajar sus dones, potenciar su videncia a través de su canal energético y que tengan un conocimiento previo de qué es la energía.

Se trabajarán varios aspectos, conectando desde la propia energía, sabiendo diferenciarla de la de los demás, para que a través de la teoría y de distintos ejercicios prácticos, podamos trabajar el abrir y desarrollar el canal que llevamos dentro.

Esto nos permitirá poder conectar con los seres queridos ya fallecidos, mediumnidad; cómo acceder a energías más altas y elevadas, guías, seres de luz o maestros, canalización; y aprender a transmitirlos mensajes que tengan para nosotros.

El curso comenzará en el mes de octubre y se dividirá en tres trimestres, con dos clases quincenales de dos horas de duración por mes. Quedaremos los miércoles de 15.30 a 17.30.
El resto de la información se dará personalmente. Se aconseja reservar plaza en el teléfono 675.704214, teléfono de Amalur, Ana Luisa,  o a través de las siguientes direcciones de correo:

bidereiki@hotmail.com, correo de Amalur, Ana Luisa
mecomunicacion@gmail.com, correo de María Eugenia


El Curso se realizará en:

Centro AMALUR
C/ Ferrerias / Olaeta  19 puerta  11. AMARA
DONOSTIA- SAN SEBASTIAN

Horario:

Nivel I: comenzará el 9 de OCTUBRE y terminará el 25 de JUNIO
Horario de tarde, los MIERCOLES de 18.00 a 20.00

Nivel II: comenzará el 9 de OCTUBRE y terminará el 25 de JUNIO
Horario de tarde, los MIERCOLES de 15.30 a 17.30.



La imagen es de un mandala mío.

viernes, 2 de agosto de 2013

Nadie muere antes de tiempo, todo es correcto

Sois varias las personas que tanto en el blog como en el correo, habéis preguntado lo mismo y aunque respondí a uno muy similar que dejó María del Carmen, he decidido ampliar la respuesta.

Es una pena no saber quién escribió el comentario en el blog, ponía Anónimo. Aquí está.

Anónimo: "Hola MARIA EUGENIA tengo una duda aclarame que uno cuando nace tiene su dia y su hora de morir eso esta escrito.. yo creo que eso nadie lo sabe solamamente dios o los que se quitan la vida con sus propias manos es asi o ellos lo disponen xq nadie sabe el dia ni la hora de su muerte solamente el creador".

La respuesta es sencilla. Todos tenemos una fecha de nacimiento y otra para morir. Todos celebramos nuestro cumpleaños, ya que sabemos el día en que nacimos. En cambio, la de la muerte no la conocemos. Algunos lamas y personas muy elevadas energética y vibracionalmente, si suelen saberla. Consideran que es positivo para ellos, ya que de esta manera, saben el tiempo que disponen para realizar su misión en esta vida. Suelen asombrarse cuando decimos que nosotros no queramos conocerla

Todos tenemos una fecha para morir. Nadie nos vamos antes de tiempo. Incluidas las personas que han muerto trágicamente, accidentalmente, por errores médicos, por falta de recursos, suicidios, etc.

He escuchado muchas veces, en consulta, explicar a los seres que han muerto, que se han ido en el momento adecuado, ni antes, ni después. Suele costar entenderlo, y más cuando sabemos que tenían planes, una vida feliz, amaban a su familia, etc.  

Nos marchamos, morimos, cuando tenemos que hacerlo. Cuando ya hemos realizado nuestra misión en la vida. Algunas personas opinan que también cuando no queda ya tiempo material para poder realizarla. Por mi experiencia, hasta ahora, ya sea en personas que se han suicidado, muerto en accidentes, asesinados o por muerte natural, siempre han contado que se han muerto cuando debían y que todo era correcto.

La misma forma de morir, puede ser la misión que venían a cumplir. Un asesinato, una muerte provocada por una enfermedad incurable o de difícil tratamiento, un error médico, un suicidio, pueden ser la propia misión. Su forma de morir, impacta, no deja indiferente a nadie, normalmente a la familia y al entorno cercano; otras veces, el impacto llega a toda la sociedad.

Vamos a los ejemplos. Si tengo que morir, un día determinado, va a dar igual que sea durmiendo en la cama, en un incendio, de una enfermedad, de un atropello, etc. Moriré a la hora en que me toque. Me gustaría que fuera de manera natural, pero desconozco cómo será.

Imaginemos que me toca morir mañana a las 16.00. Puede ser que si estoy en la playa, pueda ahogarme, me de un infarto, un aneurisma o me atropelle alguien. Si estoy en la cama, durmiendo la siesta, me moriré descansando. 

Cuando las muertes son impactantes, y conllevan un transfondo de lucha, de errores judiciales, médicos, burocráticos, sanitarios, etc, podríamos hablar de muertes con una misión. ¿Cuál? Podrían ser varias, las de luchar por una mejora de las carreteras, la de dar a conocer un hecho, una enfermedad, la de implicarse en una lucha o mejora social, la denuncia de maltratos, de leyes injustas, etc. Una muerte, una persona, puede llegar a convertirse en el abanderado de una misión. Como alma escoge vivirla y así ayudarnos a abrir los ojos a una nueva realidad, ya sea a nivel individual como colectivo.

Una muerte puede ser para quien fallece, cumplir su misión, pero para los que quedamos puede que sea el comienzo de la nuestra. Si ha sido por un error, la de lograr que se repare o se haga público lo ocurrido, luchar para que no se vuelva a repetir.

La muerte nos llega a todos. No sabemos de qué manera moriremos, pero podemos atisbar qué muertes producen una reacción determinada en nosotros, un click interno que hace que pensemos, recapacitemos, reafirmemos en nuestras creencias o reneguemos de ellas. Todo es correcto. 

La muerte y la vida, van unidas. Una es el comienzo y otra el final. Para la vida, la muerte es el final, y tras la muerte, comienza otra nueva vida. Con cada muerte, con cada nacimiento, tenemos nuevas oportunidades de conocernos, de seguir aprendiendo y evolucionando. Como seres, viviremos y moriremos de acuerdo a lo que elegimos y necesitamos experimentar al nacer. No debemos olvidar que somos eternos, pues nuestras almas lo son. Viviremos tantas vidas y muertes, como elijamos y deseemos. 


La imagen está tomada de internet y desconozco quién es su autor.

miércoles, 24 de julio de 2013

Señales de nuestros seres queridos, Pilar y Erika

Hace tiempo que no hablo de las señales que envían nuestros seres queridos que ya han fallecido.

Solemos creer que vamos a recibir las señales como si de una carta en la mano de tratara. Y de algún modo, es así. Las señales que suelen enviarnos son claras, nítidas, para quién está abierto a recibirlas.

Estar abierto no significa querer tenerlas, sino fluir, que nuestro corazón permanezca abierto al amor que nos mandan, a sentir que lo que parece a veces muy sutil e inapreciable, es en realidad una señal. 

Por ejemplo, un aroma leve que hemos olido durante cinco segundos donde no tenía que oler a nada, y automáticamente pensamos en alguien fallecido. Todo puede llegar a ser una señal, una canción, un mensaje, una conversación, un anuncio... El mundo es una página en blanco para las señales y nosotros somos las antenas y los destinatarios de ellas.

Este viernes pasado se celebraba el tercer aniversario de la muerte de una amiga. Recuerdo que unos meses antes de morir, me contaba entusiasmada que una noche al ir acostarse se había encontrado una mariposa en la almohada. Voló al meterse en la cama. Al día siguiente al abrir los ojos, encontró de nuevo a la mariposa posada junto a ella. Para mi amiga, fue una señal muy clara de que algo bueno iba a ocurrir.

La madrugada del viernes, al ir acostarme, vi que había una mariposa justo encima de mi almohada. Inmediatamente pensé en mi amiga, en las mariposas y en que para ella, tenían un significado especial. Para que no queden dudas, hacía más de un año que no había mariposas en la habitación, ni en la casa. Ni tampoco ha vuelto a repetirse su aparición. Supe que era una señal que me mandaba ella, diciéndome, sigo por aquí, estoy cerca.

Eso no significa que cada vez que vea una mariposa, sepa que es una señal de mi amiga, puede que si lo sea o puede que simplemente se trate de una mariposa que está revoloteando y se ha cruzado en mi camino.

Os dejo con un comentario que escribió Atlántida, del blog Mariposas en mi vida, en una de las entradas anteriores, Respuestas breves a preguntas vuestras. Me gustó mucho. Habla precisamente de las señales y de cómo podemos verlas cuando estamos abiertos a ellas.

Atlántida: (...) Recien regreso de visitar a la familia y pasar unos dias en la playa con mi esposo, en el puerto que nos vio nacer. Lo que te que te deseo compartir esta muy de acuerdo a lo que nos compartes en este post sobre las señales de nuestros familiares fallecidos.

Como tu sabes mi hija Erika la mas pequeña de nuestras dos hijas fallecio hace ya casi 5 años, y bueno te cuento que en este viaje al entrar a la habitación del hotel, en el tocador estaba un sobre en el que nos daba la bienvenida la chica encargada de esa habitación... tenia el sobre en letras grandes el nombre de ERIKA. 

No se si te te comente que cuando me despedia triste de mi hija en la funeraria le pedi no me dejara tan sola, que cuando me percibiera muy triste y agobiada viniera en una mariposa o pajarito y escogió venir en una mariposa,porque desde que ella partió las mariposas están muy presentes en mi vida, y en este viaje no fue la excepción ya que al regresar en el limpiaparabrisas del coche se paro una mariposa monarca y se vino todo el viaje que duro casi 7 horas hasta llegar a la ciudad donde radicamos.

Es mi deseo compartir esta experiencia contigo y las personas que siguen tu interesante blog (...)

Es verdad que ellos siguen cerca, solo hay que poner atención a las señales que nos van dejando. (...)

Os invito a permanecer abiertos a ver o percibir las señales que mandan nuestros seres queridos. Observemos con el corazón, siendo pacientes y sin obsesionarnos. No importa si nos cuesta verlas o tenemos dudas. Si es así, podemos dirigirnos a ellos y pedirles que envíen una confirmación clara. Harán todo lo posible para que podamos entenderles. Y, como siempre, escuchemos a nuestro corazón, ahí es dónde reside la certeza. Si escuchamos al corazón, sabremos la verdad.


La imagen está tomada de internet y desconozco quién es su autor.

lunes, 15 de julio de 2013

¿Volveremos a reencontrarnos con nuestros seres queridos fallecidos?

He decidido escoger una de las preguntas que más soléis hacer, iré haciendo lo mismo con alguna otra, para intentar responderla de manera sencilla.

Es la siguiente, ¿volveré a reunirme con mis familiares que ya han muerto cuando yo me muera y me esperarán?

Voy a intentar ser lo más breve posible.

La respuesta suele ser, si, les veremos. Pero eso no significa que vayamos a estar constantemente con ellos.

Es fácil, allí, en la dimensión que están ellos, no se vive de la misma manera que aquí. Tendemos a trasladar lo que vivimos aquí, lo que conocemos, lo que sentimos, lo que pensamos y somos, a la dimensión o plano en el que permanecemos cuando estamos muertos. Y no es igual.

Los seres que ya han muerto, no sienten, ni piensan de la misma manera que cuando vivían. Eso no significa que se olviden de nosotros, al revés; están más tiempo con nosotros que cuando estaban vivos. Simplemente, en su realidad todo se vive de otra manera, más fácil, más amorosa, más llena de comprensión que en la nuestra.

Si, volveremos a encontrarnos con ellos cuando muramos. Algunos incluso, suelen acompañarnos en el tránsito a la muerte. Podemos verles. A veces, cuando acompañamos a alguien que está muriéndose o próximo a la muerte, suele contar que está viendo a su madre, padre, o charla con un tío, hermano, etc, que falleció hace mucho tiempo. Es real, no es una invención. Aparecen para acompañar y guiar al ser que muere a su nueva vida.

Los seres queridos que han fallecido antes que nosotros, siguen estando en nuestras vidas, a pesar del tiempo transcurrido. El tiempo no se mide de la misma manera en su plano que en el nuestro. Lo que para nosotros pueden ser 50 años, para ellos puede ser un segundo.

Una vez allí, ya muertos, decidiremos cómo queremos seguir evolucionando. Podemos elegir acompañar a los seres queridos o amigos que siguen vivos, podemos dedicarnos a ayudar y guiar a seres que aparentemente no conocemos o no nos unen lazos familiares en esta vida; otros, decidirán reencarnarse y volveremos a coincidir con ellos, con los seres queridos en otros roles, en otro tipo de relaciones; pero eso, es otra cuestión.

Somos seres libres, almas que caminan en libertad, buscando su evolución. Todo es valido, todo es correcto si nace del amor.


La imagen está tomada de internet y desconozco quién es su autor.

viernes, 5 de julio de 2013

Respuestas breves a preguntas vuestras

Hace tiempo que no escribía una entrada de preguntas y respuestas breves.

Vamos allá.

Por qué no veo las señales de mis seres queridos

No ver o entender las señales que envían los seres queridos se puede deber a muchos factores. Por ejemplo, estar bloqueados, ansiosos, tener miedo; creer que las señales pueden ser de una manera determinada, etc.

Se nos olvida lo más importante, las señales las envían los seres queridos ya fallecidos cuando creen que las necesitamos o quieren comunicarnos algo concreto. Si consideran que ya lo han hecho, si ya se han puesto en contacto con nosotros y nos hemos dado cuenta de ello, no suelen repetirlo, por mucho que a nosotros nos gustara que lo hicieran.

Para más información, mirad en la sección de Etiquetas: señales, comunicación seres queridos, etc.

¿Es bueno poner una vela para que mi ser querido vaya a la luz?.

No es ni bueno, ni malo. Lo importante al poner la luz, es que al hacerlo estamos pensando en el ser y nuestra intención es que tenga luz, amor y haga el tránsito de la mejor manera posible.

Es bueno poner una vela, si nos ayuda a estar bien, a integrar el duelo y a superar su ausencia. 

Para más información, mirad en la sección Etiquetas: señales, comunicación seres queridos, etc

¿Cuánto tiempo dura el duelo?

El duelo no dura un tiempo determinado. Cada muerte es distinta y las emociones que produce en nosotros también. Su duración dependerá de varios factores, hemos podido hacer el duelo estando en vida el ser que ha fallecido, del vínculo emocional que tuviéramos con él, la manera de morir, la edad, nuestro estado anímico, etc.

Son varias las fases por las que pasamos durante el duelo. No siempre son las mismas o se suceden de la misma forma con todas las muertes; a veces podemos estar contentos y al momento llorar, o podemos estar más serenos o fríos. Debemos ser pacientes con nosotros mismos, querernos, perdonarnos, ser tolerantes y escuchar a nuestro corazón. 

Para más información, mirad en la sección Etiquetas, tránsitos, duelo, luz y amor, etc.

He tenido un sueño con un ser querido que ya ha fallecido y no se si es real o imaginario.

No todos los sueños que tenemos con los seres queridos que ya han muerto, son realmente encuentros. Muchos de ellos tienen que ver con nuestros miedos, con la aceptación de su marcha y muerte, con sentimientos o pensamientos que quedaron sin resolver.

Otras veces, son encuentros claros en dónde podemos verles, abrazarles, comunicarnos con ellos. Sabremos cómo se encuentran aunque no tengamos una conversación con ellos.

Para más información, mirad en la sección Etiquetas: sueños, comunicación seres queridos, señales, etc.

Si pido a un ser querido que me ayude, ¿le molesto y no le dejo avanzar?

No. Al fallecer, elegimos voluntariamente ayudar o acompañar a los seres que siguen viviendo. Al solicitar su ayuda y guía, la darán siempre que puedan y consideren que la necesitamos. Debemos estar atentos a sus respuestas, pues no siempre son de la manera que imaginamos. Siempre recibimos todo aquello que necesitamos para seguir llevando a cabo nuestro camino en esta vida, aunque a veces, no coincida con  lo que deseemos o hayamos pedido.

Para más información, mirad en la sección Etiquetas: señales, comunicación seres queridos, etc..

Si queréis tener más información, seguir investigando y leyendo, podéis mirar en la sección Etiquetas, y dejaros llevar por la intuición y clicar en todas las palabras o temas que os llamen la atención y sintáis curiosidad.

La imagen está tomada de internet y desconozco quién es su autor.