Seguimos en noviembre, viviendo en primera línea de trincheras todo lo que ocurre a nuestro alrededor y en nosotros mismos.
La energía de este mes es vertiginosa, rápida, apenas da tiempo a integrar lo que estamos sintiendo y viviendo.
¿Y qué sentimos? A veces bloqueos, inestabilidad, perplejidad, rabia, ira, vacío, frustración, cambios que se suceden uno tras otro. No hemos terminado de superar el primero de ellos y ya estamos inmersos en los siguientes. La energía mueve con determinación los viejos esquemas, replantea las bases en que se basa nuestra vida, mueve los cimientos sobre los que nos sujetamos; mientras tanto, la mente intenta analizar qué ocurre. Todo ello trae confusión y caos. Y también, limpieza, transformación, evolución y aprendizaje.
Estos días me he sentido como si fuera una camiseta vieja dentro de una lavadora que no paraba de dar vueltas y vueltas sin parar. Quería, necesitaba, dar al botón de finalización, pero la lavadora seguía centrifugando. He vivido en pocos días, varias pruebas, quizá exámenes, de situaciones que creía pasadas y superadas. La mente, toda poderosa, ha jugado conmigo más de lo que me hubiera gustado.
El miedo, las dudas, las inseguridades han aparecido de lleno, y se han colocado delante mio a modo de espejo. Y la mente, ha caído en la trampa. Ha sido duro, pero a la vez, un aprendizaje estupendo. Me ha permitido saber dónde estoy, qué he superado y qué faltaba por poner en orden en mi vida. Me ha dado la oportunidad de ajustarme, de volver a ver con claridad qué es lo que quiero en la vida, quién soy y hacia dónde voy.
El miedo, las dudas, las inseguridades han aparecido de lleno, y se han colocado delante mio a modo de espejo. Y la mente, ha caído en la trampa. Ha sido duro, pero a la vez, un aprendizaje estupendo. Me ha permitido saber dónde estoy, qué he superado y qué faltaba por poner en orden en mi vida. Me ha dado la oportunidad de ajustarme, de volver a ver con claridad qué es lo que quiero en la vida, quién soy y hacia dónde voy.
En esta vorágine y espiral de locura energética, la mente me dio una tregua, debía de estar en un spa relajándose, cuando sentí que lo que más echaba en falta, era yo misma, mi paz interior, mi calma. En cuanto lo sentí con claridad y aposté por ello, todo se recolocó, la mente dejó de molestarme, todo se aquietó. Fue fácil. Parecía imposible que tanta aceleración, se convirtiera en paz en un instante, sólo con desearlo. Fue real. Conecté conmigo, con mi esencia. Volví a mi base, desde la que siento que puedo afrontar cualquier situación que me depare la vida, sabiendo que si me caigo, tengo fuerza para levantarme de nuevo. Recuperé mi confianza, mi seguridad; las sentí a mi lado, siendo mis apoyos. No habían desaparecido, simplemente, habían estado jugando al escondite conmigo, para que saliera reforzada, para que apostara por mi misma.
Todo el tiempo habían estado ahí mismo; pero la mente, se había encargado de despistarme. Le había dado ese poder. Somos los responsables de nuestros actos, pensamientos, decisiones, pasiones, triunfos, cambios. De vez en cuando, la vida se encarga de ponernos pruebas y retos, para recordarnos quiénes somos, para que miremos por nosotros mismos y sentemos las bases de nuestra vida, eliminando de ellas lo que ya no sirve, lo que es viejo y está caduco, y de este modo, podamos dar entrada a lo nuevo. Si no hacemos espacio para lo nuevo, para nuestros deseos, difícilmente llegarán a ocupar su lugar. Es tan fácil como hacer limpieza de un armario. Para colocar la ropa nueva, hay que quitar la que ya no sirve. Somos armarios con corazón y mente, y mucho amor.
Lo nuevo que está ya aquí, tiene relación directa con el amor. El amor incondicional e infinito, hacia nosotros mismos y hacia los demás. El amor da fuerzas y seguridad, acoge, envuelve y nos recuerda que no estamos sólos, cuidan y velan de nosotros, aunque muchas veces no lo sintamos así. Y si caemos, volveremos a levantarnos, porque confiamos en nosotros, somos fuertes. Conducimos nuestra vida hacia el éxito, hacia la tranquilidad, a hacer realidad nuestras metas y deseos. Apostemos por vivir la vida tal y como queremos, esa es la enseñanza y el aprendizaje de estos días. Somos amor, somos y tenemos, la llave de nuestra vida.
La imagen está tomada de internet. Desconozco quién es su autor.