martes, 24 de abril de 2012

Unas palabras de Angie

La pérdida de un hijo nunca es fácil, pero cuando es bebé o tiene poco tiempo, parece que resulta más duro. Vemos cómo desaparece delante nuestro el futuro que hubiera podido tener nuestro niño. Sentimos que la muerte nos arrebata toda una vida llena de vivencias, experiencias, risas, anécdotas.

De repente, todo se convierte en nada. Pero ese nada es aparente, porque como en el caso de Unax y de otros muchos, descubrimos que el alma tenía un propósito que llevar a cabo y ésta se ha cumplido.

Se que no es fácil pero debemos sentirnos orgullosos de haber podido facilitar y colaborar en que esta misión se haya podido cumplir, pues nuestro papel como padres, tíos, familiares ha sido crucial para que nuestro seres queridos lo hayas conseguido.

Hablar de lo que sentimos y vivimos en estos momentos, y cómo lo afrontamos es duro y complicado. Por este motivo, vuelvo a agradecer a Angie, la ama de Unax una vez más que haya querido compartir con todos parte de sus sentimientos a través de estas palabras.

Soy Angie la ama de Unax, lo primero deciros que muchas gracias por vuestras palabras.

Fuimos muy felices cuando llevaba a Unax dentro de mí. Fue un embarazo perfecto y lo viví muy intensamente, saboreando cada patadita que me daba cada vez que comía o como se estiraba conmigo cada vez que yo me estiraba... cómo se movía cada vez que le hablaba y le mencionaba su nombre. También estuvo presente en nuestra boda, en la tripita de unos 6 meses. Fue un día pleno para toda la familia.

Lo que no sabíamos es que el destino nos jugara este mal trago de tener que abrazar la muerte cuando esperábamos abrazar vida.

Agradezco mucho la empatía que tenéis conmigo. En mi caso el saber que Unax está ahí (justo al otro lado) es como un bálsamo que alivia mi dolor. María Eugenia muchas gracias porque me has enseñado que no hay muerte sino cambio.

La vida de Unax ha dejado una huella muy profunda en mucha gente a la que no llegó a conocer directamente. He visto que a través de esta entrada, se han movido y removido sentimientos y heridas que se creían curadas.

Acabo de ver que Angie ha dejado un comentario para todos y quería que no pasara desapercibido, por este motivo, he decidido incluirlo en la entrada.

Hola a todos,
 
Gracias a todos por vuestras palabras. Estoy muy agradecida...
 

Gracias María Eugenia por lo de luz en la mirada, es verdad que me encuentro mejor, la sesión contigo me ayudó profundamente.
 

Una de las cosas que me ha enseñado mi hijo Unax es la compasión, siempre he sido una persona compasiva, pero desde la enfermedad y marcha de mi hijo veo a niños que desgraciadamente estan enfermitos como almas muy superiores y muy valientes. Se me mueve por dentro una compasión tremenda, enorme. Tengo que decir que las personas con problemas, enfermedades, dificultades son seres valiosísimos, porque sin ellos no podríamos trabajar la compasión ni desarrollarla.
 

Besos a todos.

Angie la mamá de Unax.

Unax vivió 33 días en esta vida pero su legado y su trabajo como alma, sigue presente de nuevo entre nosotros. Es un alma llena de amor, que además quiere compartir una información amorosa que puede ayudar a curar y sanar dudas, miedos, culpas, remordimientos, ausencias, angustia, pena.

No soy madre, nunca he estado embarazada, pero también a mi me ha marcado Unax con su infinito amor, pues me ha permitido ver, sentir y percibir una vez más. que la muerte sólo es una etapa en nuestro camino, y que la vida adopta diversas formas según el plano en el que estemos. Las relaciones y la comunicación entre las almas siguen estando presentes en el día a día de nuestra existencia.

Mi gracias Unax y Angie por compartir vuestras experiencias y amor con todos nosotros, sabiendo que no es fácil hablar de ello.


La imagen está sacada de internet y desconozco quién es el autor.

jueves, 19 de abril de 2012

Visualización, trabajando con la luz dorada

Esta visualización con la luz dorada, va a trabajar varios aspectos como son la protección, la seguridad, el estar conectado con uno mismo, el sentir el espacio que nos rodea y en definitiva, el bienestar, la armonía y equilibrio.


Visualización

Como siempre que vayamos a realizar una visualización o a meditar, es conveniente elegir un lugar que nos ayude a relajarnos, tranquilo, puede ser tanto interior como exterior, ya sea en un rincón de la casa, como en plena naturaleza.

Poner música, sonidos agradables y envolventes es opcional, al igual que encender una vela aromática, normal, poner un incienso de aroma suave, etc. Suelen ayudar a crear ambiente y a veces es mucho más fácil visualizar.

Primero, nos acomodamos cómodamente. Sentimos nuestro cuerpo, todo su peso, somos conscientes de él.

Segundo, tomamos aire y lo soltamos despacio, muy despacito. No hay prisa. Poco a poco, la respiración irá siendo más profunda y larga.

Tercero, envolvemos nuestro cuerpo dentro de una gran esfera de color dorado. Podemos imaginar que una gran pompa de jabón de color dorado nos rodea. Es grande, espaciosa, cómoda, amorosa.

Respiramos la luz dorada que hay en ella. Nos llenamos de color oro; al hacerlo, notamos como nuestro cuerpo va iluminándose. Sentimos la luz que irradia alegría, paz, bienestar, equilibrio, limpieza, protección.

Cuarto, visualizamos que la esfera dorada nos protege. Es decir, podemos ver, sentir la energía de los demás, si vemos que es negativa, nos hace daño o molesta, se queda al borde de la esfera, no entra dentro. Si queremos enviar luz y energía a los demás, podemos hacerlo sin salir de la esfera.

Quinto, la luz dorada arropa, limpia. Si nos apetece podemos trabajar con ella, llevándola a heridas emocionales, a sanar dolores o penas.

Sexto, poco a poco volvemos a sentir el peso del cuerpo. Damos las gracias por la luz recibida y movemos el cuerpo que seguramente se habrá quedado medio dormido.

Esta visualización al igual que las demás visualizaciones, se puede trabajar diferentes aspectos. Es bonito experimentar, dejarse llevar y fluir con la intuición y el corazón.

Os animo a ponerla en práctica y a experimentar, a descubrir qué pasa con nosotros, cómo nos sentimos e investigar adónde vamos, con quién o qué conectamos; en definitiva, a percibir.


La imagen está sacada de internet y desconozco quién es su autor.

jueves, 12 de abril de 2012

La huella de Unax

Quiero compartir con todos vosotros una sesión de mediumnidad que viví con Angie y Unax. Angie es una madre que perdió a su hijo, Unax hace más de año y medio. Vino a la consulta queriendo conectar con él y lo consiguió.

Unax, nació con una enfermedad rara llamada piel de mariposa, estuvo un tiempo en la incubadora y vivió 33 días. Tanto en su vida como en su muerte ha dejado una huella muy importante sobre lo que significa la lucha, el amor y la entrega.

Murió en brazos de su madre, rodeado por toda su familia, su padre, tíos, abuelos. Se sentía dividido, por una parte quería seguir estando con sus padres, donde recibía amor y se sentía pleno y feliz; por otra parte, sabía que debía regresar a la luz, ya que había venido a vivir su misión en esta vida y la había completado. Vivió su tránsito, rodeado de amor y de los suyos. Fue directo a la luz donde fue recibido con alegría.

Al establecer la conexión, Unax tuvo palabras de amor para su madre y familia. Le animó a seguir luchando por lo que ella cree, que es el amor. Habló del encuentro de dos seres únicos y especiales, sus padres, quienes hicieron posible que naciera él. También comentó que su muerte, hizo que sus padres todavía se unieran y vivieran aún más en el amor incondicional.

Le dijo a Angie que era una madre nutricional, no sabíamos a qué se refería con esta expresión y él lo explicó. Angie ha acudido a la técnica de reproducción asistida para quedarse embarazada. Tras varios intentos fallidos, nació Unax. Él dijo que los intentos fallidos no eran tales, sino que era la manera generosa  que Angie proporcionaba a nuevos seres, a nuevas almas, de vivir la experiencia que necesitaban para proseguir su camino evolutivo. Les daba la oportunidad de vivir durante un tiempo breve.

Por lo tanto, lo que llamamos intentos fallidos no lo son, puesto que en realidad, son momentos únicos y especiales, oportunidades de crecimiento evolutivo de seres y almas que han de vivir estas experiencias. Angie, con su amor, les ofrece la posibilidad de vivirlo. La madre nutricional que mencionaba Unax era esto mismo, Angie es un recipiente de amor infinito para que estos seres vivan la experiencia que necesitan para avanzar y crecer como almas que son.

Realmente fue una sorpresa. No conocía el término, no sabía que tras estos embriones, se escondía esta hermosa y desinteresada historia de amor. Ellos viven su experiencia y Angie les acoge temporalmente en ella, siendo su madre temporal, envolvente y cuidadora amorosa que ellos necesitan.

Para Angie, la experiencia de perder los embriones, pasó a adquirir otro significado diferente al de fracaso. Por suerte, Unax, le anunció que sería madre y además de niños sanos. Lo que supone un rayo de esperanza dentro de su dolor.

Unax se comunica con sus seres queridos. Su abuela percibe su olor durante unos instantes; con Angie es distinto, le comentó que le ayuda a respirar y a relajarse cuando ella está muy nerviosa o angustiada. Le pidió que observara cómo sin ser consciente, ni hacer ella nada para ello, su respiración comienza a ser suave y tranquila. La otra, es un vínculo muy especial que les une. Cuando Unax estaba en la incubadora, Angie le acariciaba tocándole con mucha suavidad sus muñecas. Ahora es Unax, quién toca las muñecas de su madre, tal y cómo lo hacía ella.

Además de estos mensajes, Unax le comentó a Angie que dejara de mirar una caja blanca. Se refería a la urna en la que habían estado sus cenizas, puesto que él no estaba ya allí, ni tampoco en el lugar en el que habían depositado sus cenizas. Unax está, permanece juntos a sus padres y familia. Ayudándoles a continuar viviendo con amor.

En un momento de la sesión, Unax, le animó a Angie a que contara su historia ya que podía ayudar a otras personas. Hablamos las dos, y este es el resultado de parte de lo que vivimos. Espero que le guste a Unax.

Desde aquí, quiero darles las gracias a los dos, tanto a Angie como a Unax por elegirme para ser su intérprete y enlace, porque me dio la oportunidad de vivir una sesión única que no olvidaré fácilmente, fue muy especial, muy emotiva y llena de amor.


La foto está sacada de internet y desconozco quién es su autor.

sábado, 7 de abril de 2012

Los seres queridos fallecidos y sus señales

Esta entrada fue escrita hace varios meses y me apetecía publicarla, como un ejemplo de que en la mediumnidad, quién establece los contactos, son los seres queridos que han fallecido, ya que son los que mueven los hilos invisibles que hacen posible la presencia de las señales, y debemos permanecer atentos para sentir su presencia junto a nosotros.

Hace unos días una persona que estuvo en consulta conmigo, se dejó olvidadas unas gafas de sol. Hasta aquí nada del otro mundo, un despiste lo tenemos todos, pero éste no es un olvido cualquiera. Es el nexo de unión entre dos historias.

Tras darse cuenta de que no encontraba sus gafas, esta persona me llamó para preguntar si estaban en la consulta. Así era. Las tenía yo. Comentó que tenían un valor sentimental muy especial para él, ya que se trataba de un regalo hecho por un familiar. Pensaba que esta casualidad era una señal clara para él, de que debía volver a estar conmigo.

No le di más importancia que la de un olvido, pero al guardar las gafas a la espera de su devolución, sentí algo especial. Noté que había algo más, no sólo se trataba de la excusa perfecta para otra consulta. Sentía que debía tener esas gafas. No tenía mucho sentido, intenté no pensar más en ello y me olvidé de ellas.

Pasados unos días, llamó una persona para una consulta de tarot. Cogí las cartas e inicié la consulta. Llevábamos unas cuatro tiradas cuando sentí que había un ser que quería establecer contacto con el consultante. En estos casos, siempre antepongo la mediumnidad al tarot; eso si, avisando antes a la persona.

Escuchaba sin parar el nombre de Marta y me decía, soy la dueña de las gafas que tienes ahí guardadas. Me pilló por sorpresa. ¿Qué gafas?, me decía a mi misma, y Marta volvía a repetir, las que están ahí. Seguí con mi trabajo sin darle importancia.

Le comenté a la persona que Marta quería ponerse en contacto con él. Al principio, se hizo el silencio para dar paso al dolor. Marta tenía varios mensajes que quería darle. Marta era su hija, había fallecido hacía un tiempo, quería comunicarle que se encontraba bien y en la luz. El padre lloraba, asentía a los mensajes de su hija. Le daba datos concretos, situaciones que habían vivido juntos y le indicó cómo quería que su madre superara la angustia y el dolor que aún sentía. Él podía ayudarle, pues ella le escucharía ya que era un hombre cabal, ecuánime y aunque notaba la ausencia de su hija todos los días, había decidido que la vida debía seguir siendo vivida.

Marta le dijo a su padre, que las gafas de sol estaban bien guardadas. Él seguía sorprendido. Comentó entonces, que un familiar suyo había perdido unas gafas de sol recientemente y que eran de su hija. Marta tenía un deseo, quería que las gafas fueran prestadas a una otra persona durante un tiempo. Él preguntó a quién y porqué. Su hija respondió a todo ello. Pasado un tiempo y más mensajes después, se terminó la consulta. 

Entonces, ya en frío, pensé en todo lo ocurrido. La persona que había olvidado las gafas y la que acababa de hablar conmigo estaban relacionadas con Marta, pero ninguna sabía de la consulta de la otra. Volvieron a pasar más días. Contactó conmigo la persona que dejó olvidadas las gafas y apareció de nuevo Marta con un mensaje. Le daba las gracias por haber hecho posible que a través de su padre, su madre poco a poco, comenzara a abrir su corazón y pudiera llorar su dolor. 

Este hombre estaba perplejo. Desconocía todo lo que había ocurrido tras el olvido de las gafas. Me preguntó ¿todo esto lo ha organizado ella, Marta?. Le respondí, que si y le indiqué el motivo. Marta quería que su madre volviera a recuperar su vida y alegría. 

Hasta ahora no me había encontrado con una situación parecida. Pero es bonito descubrir que no lo sabemos todo, y que realmente nuestros seres nos ayudan cuando lo necesitamos, aunque desconocemos muchas veces, las vías que utilizan para ello.


La imagen está sacada de internet y desconozco quién es su autor.

domingo, 1 de abril de 2012

Las mascotas y el más allá

Quiero agradecer esta entrada a una persona que se ha puesto en contacto conmigo a través del correo y me ha preguntado qué sucede y cómo se encuentran nuestros animales queridos, una vez que han fallecido.

Los animales de compañía, perros, gatos, pájaros, etc., forman parte de nuestra vida, son considerados uno más de la familia y su muerte deja huella en nosotros. Sentimos dolor ante su ausencia y a veces también preocupación por saber dónde estarán e irán. Es bueno saber que ellos también tienen su sitio en el otro plano y se encuentran bien allí.

Algunos de nuestros animales que ya han fallecido, nos esperan fielmente hasta nuestra muerte y nos acompañan tanto en el tránsito como durante nuestra estancia en el más allá. El cariño y el amor sigue uniéndonos a pesar de estar en dos planos distintos, no sólo entre los propios seres humanos sino también entre nosotros y nuestras mascotas.

Hace ya unos meses tuve una consulta de las que no se olvidan fácilmente. Me sorprendió el motivo de la petición de Ricardo. Hacía dos meses que había perdido a su perro y quería saber cómo estaba su mascota. Al principio, fui reticente, pensaba qué mensaje podría darle Lur. Ricardo insistió en que no quería ningún mensaje de él, sino saber si estaba bien. 

Al poco de comenzar la consulta, vi un perro negro que se sentó a los pies de Ricardo. De vez en cuando, movía las orejas, se levantaba, daba una vuelta alrededor de su dueño y volvía a sentarse. Mientras describía a este perro y su comportamiento, observé que Ricardo se emocionaba mucho. Confirmó que era su perro, siempre actuaba del mismo modo, era algo típico de Lur. 

Lur no sólo vino para que Ricardo supiera que estaba bien, también comentó que seguía acompañándole allí dónde él fuera, seguía haciendo lo mismo que cuando vivía, cuidaba de él y de su familia. Es más, en un momento determinado Lur le pidió a Ricardo que adoptara una nueva mascota. Ricardo me miró y comentó que había estado pensado hacerlo pero que no se sentía con fuerzas porque no quería volver a sufrir dolor al perder un nuevo animal, Lur había sido un perro maravilloso y había marcado una etapa.

Hace poco tiempo, me crucé con él en la calle y me presentó a Lur II. Me contó que hacía un par de semanas había recibido una llamada de un amigo para ofrecerle un perro; esta vez no se lo pensó y decidió adoptarlo.

En otras ocasiones, he podido ver que algunos animales acompañaban a seres queridos que ya habían fallecido. Personas que al morir se habían reunido con sus mascotas y viceversa. Recuerdo que en una ocasión, la abuela de un consultante aparecía acariciando a un gato. No le sorprendió, al revés se alegró al saber que habían vuelto a juntarse. Historias como éstas hay varias, aparecen junto a sus dueños y sabemos que los dos están felices.

Las mascotas siguen junto a nosotros, sabemos que se encuentran bien. Incluso, alguna de ellas puede regalarnos algún mensaje, aunque no es lo habitual. Pero si escuchamos a nuestro corazón y percibimos las señales, notaremos su presencia a nuestro lado. Una vez más, os invito a percibir las señales de las presencias de nuestros seres queridos que ya han fallecido.


La foto está sacada de internet y desconozco quién es su autor.