jueves, 21 de abril de 2016

¿Pongo velas a mis seres queridos fallecidos?

Quiero contestar a un comentario que dejó Rosy Pons, en la entrada El amor es .... Creo que las respuestas también puede ayudar a otras personas con las mismas inquietudes.

Rosy Pons: (...)  hoy hace 3 años que mi padre nos dejó yo le pongo velas los días señalados como su cumpleaños el día que se fue o el día de los difuntos y le hablo mucho yo creo que por hacer eso no le retengo yo quiero que siga su camino y que sea feliz y que haya cruzado la luz algunas personas dicen que a los difuntos hay que dejarlos descansar menos se hable de ello mejor pero yo no puedo dejar de hablarle y que el piense que ya no nos acordamos de el, (...)

Rosy plantea varias cuestiones. Vayamos por partes.

El encender una vela con una finalidad, es un ritual, en el que damos fuerza a lo que deseamos conseguir. La luz de la vela recuerda, que la luz permite ver los obstáculos, las dificultades y ayuda a recorrer la senda por la que caminamos en la vida y en la muerte. Por ejemplo, podemos poner velas, para conseguir un trabajo, una pareja, un cambio favorable, aprobar un examen, etc. 

Solemos hacer extensible lo mismo, cuando ponemos velas a un ser que ha fallecido. Lo importante no es la vela en sí, sino la intención que hemos puesto al encenderla. ¿Qué buscamos o qué deseamos al hacerlo? Normalmente, queremos que los seres queridos que han fallecido, encuentren luz en su camino, que no estén solos, que sepan que nos acordamos de ellos y les seguimos amando. También, ayuda a que sintamos que estamos haciendo todo lo que está en nuestras manos para que ellos, estén lo mejor posible tras su muerte.

La fuerza, la energía, la intención es lo realmente importante. Si en vez de poner una vela, colocáramos una piedra, escribiéramos una carta, hiciéramos una tarta,... tendría el mismo valor y conseguiríamos el mismo fin. Porque al hacerlo, estamos enviando luz y amor, estamos conectando con ellos, con el pensamiento y el corazón.

Pensar, acordarnos, comunicarnos o hablar con nuestros seres queridos que han fallecido, no hace que les retengamos. Ni tampoco, el que pongamos velas, llevemos flores a los cementerios, cocinemos su comida favorita. 

Ellos tienen su camino y siguen su propia evolución; y, es lo correcto. Es cierto, que cuando estamos más apenados y con dolor, podemos sentir cercana su presencia; aunque a la vez, estas mismas emociones, tienden a bloquear el que poderles percibir como desearíamos. De la misma manera, cuando estamos alegres, felices y contentos, también podemos sentirles a nuestro lado. 

Aunque sepamos que están bien y siguen su proceso, a veces necesitamos, hacerles partícipes de nuestra vida diaria. Adelante, tampoco les retenemos. Inclusive puede ayudarnos a desapegarnos y facilitar el duelo, eso no significa que les olvidemos.

Si os apetece, os animo a encender una vela, escribirles poemas o cartas, pintar cuadros, dedicarles canciones, charlar con ellos. Podéis hacerlo sin miedo a interferir en su camino. El amor siempre es positivo para el alma.


La imagen está tomada de internet, Desconozco quién es su autor. 

lunes, 11 de abril de 2016

Sobre las señales y los mensajes de los seres queridos fallecidos

Mariangeles plantea varias preguntas en el comentario que ha escrito en la entrada, Mensajes y señales desde el Cielo y que trascribo aquí debajoAunque he escrito varias entradas sobre este tema, quizá éste en un buen momento para volver a hacerlo de nuevo. 

(...) Te queria preguntar, si es cierto que las señales se nos dan sobre todo al principio para hacernos saber que estan bien.. y luego segun pasa el tiempo ya las señales no se reciben tanto..??


En estos dias mi hijo haria 18 años y para mi seria muy especial por ser la mayoria de edad y saber como estaria... Hace un tiempo encargue un retrato de él en madera, y parece ser que les habian surgido varios problemas para hacerlo.. ahora ya lo tienen hecho y precisamente el otro dia me dijeron que me llegarian en estos dias, y precisamente me nombraron el dia de su cumpleaños (el dia 13), enseguida pense que podria ser una señal de que esta con nosotros.. Per si es cierto que ya acaba de hacer 3 años que se fue, y a penas recibimos señales...



La verdad me gustaira que fuesen mas a menudo, pero no se si es que estas solo se producen al principio, o no tiene por que ser asi.. (...)


Las señales que envían los seres queridos que han fallecido, suelen tener como finalidad el que sepamos que cómo se encuentran. Generalmente, suelen ser mensajes tranquilizadores, llenos de paz y amor.

Una vez que saben que hemos recibido su mensaje, no suelen dar más, hasta que consideren o les apetezca volver a hacerlo. El que queramos tener señales suyas más a menudo, no hace que ellos las envíen. Ellos mandan, y aunque nos cueste, debemos ser pacientes. 

Si los seres fallecidos, consideran que a pesar de haber enviado mensajes y señales, no nos hemos enterado, las repetirán hasta que nos lleguen. Para ello, pueden utilizar diferentes métodos: sueños, canciones, olores, un libro que cae, una carta que llega o aparece repentinamente, un médium, un amigo que nos da un mensaje ...

Una vez que ha pasado tiempo tras su muerte, podemos seguir recibiendo señales suyas en fechas señaladas como cumpleaños, fiestas, aniversarios; también en momentos concretos de nuestra vida, en etapas complicadas, tristes, alegres, de toma de decisiones, de cambios, felices ...

Es bueno recordar que la angustia, el dolor, el tener unas expectativas determinadas, es decir, el estar cerrado, hace que sin darnos cuenta, bloqueemos la energía y la percepción, y ello hace que cueste mucho más sentir las señales. 

También es importante no olvidar que el tiempo no es igual para los seres queridos fallecidos y para nosotros. Para nosotros han podido pasar dos meses, tres años, etc. y para ellos, sólo han sido unos segundos.

El que no recibamos tantas señales como desearíamos, no es malo, ni negativo¿Podemos pedirles señales? Si, aunque insistamos con fuerza y a diario, lo harán cuando lo deseen o consideren necesario. No les molestamos; ellos deciden cuándo, cómo, dónde y hasta con quién.

Todas las personas no tenemos la misma capacidad y sensibilidad de percepción para poder percibir las señales y entender los mensajes que nos envían. Sin embargo, es positivo y bueno, el permanecer abierto a todo, no esperar nada concreto, observar lo que sucede a nuestro alrededor y a escuchar a nuestro corazón sin miedo. Puede que nos sorprendamos, sintiendo su presencia junto a nosotros.


La imagen está tomada de internet y desconozco quién es su autor.